11 4521-0578 / +54 9 11 2386-8652

Educar para la vida

“La escuela puede ser un lugar Donde todo lo puedo encontrar Si me dejan Buscar. Y puede ser una puerta abierta de par en par Una fuente para calmar la sed Un espacio libre Para imaginar el porvenir.” Hugo Midon y Carlos Gianni

Mucho se ha escrito y se escribirá sobre educación desde diferentes líneas de pensamiento. No será este un trabajo sobre didácticas o propuestas pedagógicas, intentaré dar forma a mis ideas que tienen más que ver con la experiencia vivida en la construcción colectiva de una escuela que da prioridad a los vínculos interpersonales, a la inclusión, a la construcción colectiva de espacios de aprendizaje y pertenencia. ¿Cuál es el lugar que se le da a lo vincular en el ámbito escolar? ¿Y en casa? ¿Qué roles son los que se juegan en las aulas y en los patios, qué escenas guardamos en nuestra memoria?

El aprendizaje entendido como una relación dialéctica, de mutua transformación entre el hombre y el mundo, entre el niño y la escuela, entre la familia y la comunidad. Educar para la vida implica promover la reflexión, la acción, la discusión y el pensamiento crítico. La educación como construcción colectiva en permanente movimiento, proceso transformador en red donde todos los actores se comprometen y modifican. Educar para la vida es acompañar a las personas en el desarrollo, crecimiento y transformación.

 

¿Quién dijo que todo está perdido?...

Corría el año 2002, Argentina atravesaba una crisis económica y social muy fuerte, enorme desocupación y recesión que puso en riesgo la continuidad de muchas instituciones educativas. Un grupo de docentes comprometidos con la educación, asumimos un desafío titánico sin tener verdadera conciencia de la dimensión que tendría, recuperar del cierre una escuela privada del partido de Malvinas Argentinas, en la provincia de Buenos Aires, el Colegio Don Bosco de Los Polvorines.1

Sostener la institución implicó sostener una concepción de educación, una forma de interacción y vínculos, tanto para el interior de la institución como para el exterior. Promover el respeto por la diversidad, las diferencias y atender a la inclusión. Sostener la identidad, dar visibilidad el proyecto, requirió de un trabajo colectivo comprometido de todos los actores sociales que constituyen la comunidad educativa, nuevamente lo vincular, la potencia creadora como norte.

En una sociedad en la cual se ocultan las diferencias y muchas veces se destaca la uniformidad, consideramos fundamental reconocerlas, para poder construir una sociedad más solidaria, menos violenta y más participativa. La educación especial como eje transversal forma parte del diseño de las propuestas generales, de la selección y secuenciación de los contenidos y del armado de las actividades, para todos los alumnos.

A la distancia me pregunto: ¿por qué era tan importante para el conjunto de docentes salvar esta escuela?, ¿qué tenía de particular? ¿Cuáles eran esas motivaciones que hicieron nos motorizaron?
En un intento de respuesta me detengo en la concepción pedagógica que, aún hoy, la caracteriza:

  • la consideración de los alumnos como centro de todas las actividades escolares, constructor de sus propios saberes, así como de su situación social, familiar y cultural como punto de partida del trabajo;
  • el valor de la cultura que recupera el significado de las tradiciones en el presente;
  • el estímulo, la deliberación, el pensamiento crítico y el contraste entre teorías e ideologías divergentes, anteponiendo la comprensión y la escucha del pensamiento diferente;
  • la selección y complementariedad de las teorías de la enseñanza en función de las metas institucionales;
  • la necesidad de incorporar y resignificar las experiencias extraescolares de los alumnos;
  • el valor de los grupos heterogéneos en el proceso de aprendizaje;
  • la armonización entre el objetivo académico y del acompañamiento socio- afectivo del alumnado.

Aspirábamos a la formación de futuras generaciones menos individualistas, más críticas y pensantes, que respeten la vida y puedan expresarse en libertad. Generaciones que puedan actuar en democracia haciendo valer sus derechos y cumpliendo con sus obligaciones, que puedan pensarse con conciencia social, donde la inclusión sea un valor inobjetable.

...Una escuela agente de cambio, atenta a las necesidades socioafectivas de la comunidad. Participativa, respetuosa de las diferencias y favorecedora de consciencias críticas. Primer espacio público en el actúa el niño desde d sus inicios hasta transformarse en hombres y mujeres actores de la vida ciudadana.
...Un docente que acompaña, sugiere, respeta, facilita, propone y promueve la creatividad y la consciencia social, formando en la posibilidad de un pensamiento propio.
...Un alumno contenido, querido, escuchado, que opina y actúa, piensa y siente en interacción con otros. Instrumentándose y responsabilizándose de sus acciones en el ámbito escolar y social.

Proponer una escuela donde la escucha, la palabra, la creatividad, el movimiento cobran un valor fundante. Con la convicción de que cada niño/joven es único e irrepetible y merece ser mirado y contenido, acompañar sus procesos individuales y proponer experiencias colectivas donde se puedan sumar y transformar.

Al decir de Francesco Tonucci 2: “Debe ser el lugar donde los chicos aprendan a manejar y usar bien las nuevas tecnologías, donde se transmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo” “La escuela debe hacerse cargo de las bases culturales de los chicos. Antes de ponerse a enseñar contenidos, debería pensarse a sí misma como un lugar que ofrezca una propuesta rica: un espacio placentero donde se escuche música en los recreos, que esté inundado de arte; donde se les lean a los chicos durante quince minutos libros cultos para que tomen contacto con la emoción de la lectura. Los niños no son sacos vacíos que hay que “llenar” porque no saben nada. Los maestros deben valorar el conocimiento, la historia familiar que cada pequeño de seis años trae consigo.”

Yo vengo a ofrecer mi corazón...

Entiendo el aprendizaje estrechamente relacionado con el concepto de vínculo según la teoría psicosocial de Enrique Pichón Rivière. “El vínculo es siempre un vínculo social, aunque sea con una persona; a través de la relación con esa persona, se repite una historia de vínculos determinados en un tiempo y espacio determinados. Por ello el vínculo se relaciona posteriormente con la noción de rol, de status y de comunicación.” 3

Vínculo y aprendizaje constituyen un proceso que incluye el pensar, sentir y hacer, interrelacionados y simultáneos. Es muy importante que los docentes tengan en cuenta este concepto para construir con los niños y jóvenes un vínculo que favorezca el aprendizaje. No se trata de transmitir conceptos sino de construir vínculos donde se incluyan nuevas formas de aprender y nuevos modelos de comunicación que faciliten el trabajo sobre la estima personal y la relación con otros para alcanzar el aprendizaje.

Aprendizaje, creatividad, inteligencia, imaginación, acción, deseo, placer, movimiento, son palabras de fuerte significación y profunda interrelación.

“El niño, al nacer, se instala en una constelación de significaciones. Viene a llenar muchos deseos, carencias y objetos de los padres. Se le asigna un nombre... tendrá que insertarse en ese lugar... ya preparado” 4

En la familia se desarrollan las matrices de aprendizaje constitutivas de la subjetividad y la relación con el mundo.

“Porque es el ámbito primario de emergencia y constitución de la subjetividad, el escenario inmediato de nuestras primeras experiencias, de los protoaprendizajes iniciales de nuestros modelos de aprender. Escenario e instrumento de nuestra constitución como sujetos en un que va de la dependencia absoluta a la autonomía. De la simbiosis a la individuación. En ese ámbito vincular se dan las experiencias de intensísima carga emocional...” 5

La escuela lo recibe y abre una puerta a una constelación de nuevos vínculos con pares y adultos con sus propias historias, saberes y sentires.
Una escuela donde el juego tiene un valor fundante entendiendo que es a través de él que el niño se expresa y da curso a su potencia creadora. El juego libre es uno de los medios de expresión que contribuye al desarrollo de la personalidad y a la integración social.
Algunos niños ingresan a la escuela a los dos años, comparte tiempo con pares y comienza el camino de la socialización y vínculos con el aprendizaje más o menos favorables y habilitantes. Se encuentra con otro, el docente, que ha podido elegir su profesión por distintas motivaciones y que actúa en un contexto social determinado, de ello dependerá el vínculo que se establezca.
Construir una escuela donde la empatía sea un valor irrenunciable, cuestionar las prácticas docentes, generar vínculos positivos, contenedores, creando espacios de confianza y respeto por el otro es fundamental en el ámbito escolar.
Un docente constructivista, que experimenta en si el proceso de cambio interno será mediador, acompañante, estimulando la duda, el replanteo, el error, el ejercicio de amplitud de pensamiento y acción.

La teoría constructivista da al cuerpo y a la experiencia un lugar importante en el proceso de aprendizaje. Se integra en esta teoría lo que el niño/ joven trae, sus experiencias, sus afectos, sus teorías, pensamientos.

Alicia Fernández nos habla de “inteligencia atrapada” en una estructura educativa que promueve la repetición de conceptos, premia la memorización, combate el cuestionamiento, valora la competencia por sobre la cooperación, reprime el movimiento y desautoriza el cuestionamiento. La inteligencia encarcelada, encorsetada es funcional a sistemas elitistas, vacíos de sentido.

Comprendo la necesidad de liberarla a través del movimiento creativo, soltar amarras, abrir cerrojos, levantar vuelo. Existe una total incompatibilidad entre la necesidad, fantasías, creatividad y protagonismo infantil y la inmovilidad que niños y adolescentes sufren pasando horas y horas sentados sin poder moverse, dentro de límites rígidos, de horarios inamovibles que no los consideran.

Cada niño o joven que llega a la escuela se expresa con palabras y gestos, con posturas corporales y necesidad de expresarse en acción. Admitir la presencia del cuerpo es admitir su importancia para los aprendizajes, es admitir la movilidad y los cambios como fenómenos que aparecen en la tarea educativa. Cada vez son más los niños y jóvenes que ponen de manifiesto sus angustias, frustraciones, enojos con posturas y manifestaciones corporales. Enorme desafío para la comunidad educativa, poner en juego la espontaneidad para encausar espontáneamente estas conductas y transformarlas en acciones creativas. Admitir las contradicciones para resolverlas, no negarlas, no suprimirlas sino integrarlas y modificar el cauce.

El movimiento y el deseo de saber van de la mano, son inseparables y conviven en un vínculo indisoluble. Visibilizar ese vínculo es un compromiso para la educación, pensar nuevas estrategias que incluyan el movimiento.

Vivir la educación como un escenario creativo, donde lo espontáneo tiene lugar y protagonismo.

Se propone un trabajo conjunto de coordinación de actividades de aprendizaje a favor de los niños y jóvenes mediante la organización de grupos y subgrupos de años paralelos, del mismo año o ciclo. Todo el equipo docente tiene que estar a disposición de los alumnos/as para generar nuevas oportunidades para aprender, pues la enseñanza es una responsabilidad compartida.

El aprendizaje de los alumnos, el refuerzo de contenidos, la compensación compartida por propuestas didácticas en las que pueden intervenir más de un docente.

El colegio Don Bosco se concibe como una escuela plural, donde se fomenta el respeto a las diferencias. Desde los primeros años de trabajo se incorporaron niños con necesidades educativas especiales y fue definiendo el perfil de la institución, consolidando una escuela inclusiva donde se trabaja de manera interdisciplinaria con equipos profesionales de salud, educación especial y de orientación escolar.

En él se desarrollaron experiencias puntuales donde los tres niveles, inicial, primaria y secundaria articulan acciones y comparten experiencias.

Se caracteriza por ser una escuela común que tiene estudiantes incluidos con diferentes discapacidades emocionales, físicas y neurológicas. La inclusión de niños con necesidades especiales se propone como parte del proyecto educativo institucional desde sus inicios. La Educación Especial como eje transversal participa del diseño de las propuestas generales, de la selección y secuenciación de los contenidos, del diseño de las actividades del aula, para todos los estudiantes. La impronta de incorporar a niños y jóvenes con NEE 6 no estuvo planificada, sino que se fue construyendo a partir de las necesidades de los estudiantes que pasaron por el colegio y de a poco se fue construyendo un trabajo integral en la temática, siendo ahora reconocido en la región por este trabajo. La primera niña con NEE ya estaba en la escuela antes del cambio de propietarios (1994) y una enfermedad neurológica hizo que la comunidad educativa se movilizara para acompañarla en este proceso. Luego se fueron incorporando niños con distintas problemáticas, algunas neurológicas, otras afectivas y otras físicas. Caso estudiante es atendido en forma individual, pero manteniendo como constante el trabajar en equipo: estudiante - escuela común - familia - equipo profesional. Por compromiso con estos chicos y para asegurarles el derecho a una educación de calidad, el colegio lleva adelante un importante trabajo de articulación entre el sector de salud, los equipos psicopedagógicos y las instituciones educativas a las cuales asisten los niños cuando están integrados en escuela especiales. El 10% de los estudiantes que concurren al colegio tiene NEE.

Y volvemos a lo vincular, a la construcción de escenarios de aprendizaje conde la mirada colectiva construye redes de contención y nos permite avanzar.

 

El lugar de la Ternura en educación

Comienza el ciclo lectivo con todas las expectativas, el entusiasmo, la propuesta de cada docente. Ingresa “M” a segundo grado con acompañante externo7 y una enorme carpeta de actas e informes que detallaban todas las acciones que durante la curada de su primer grado se realizaron en la escuela anterior. Desde los primeros días fue muy difícil acompañarlo en lo escolar. Su conducta era disruptiva, tenía grandes explosiones de ira sin aparente motivo, insultado, tirando los útiles y rompiendo lo que estaba a su paso en las paredes. No les pegaba a los compañeros, pero si a su acompañante y a cualquier adulto que se le cruce en el camino para tratar de tranquilizarlo.

Como directora de la escuela se me agotaban los recursos, ¿cómo contenerlo sin que se vea afectado el clima de la clase? ¿Cómo logar que no se vea expuesto y lo rotulen? ¿qué estrategias podríamos usar para que “M” no se sienta amenazado por el contexto y logre ver a la escuela como un ámbito amigable donde puede ser reconocido por sus logros y no por sus enojos?

Fue un trabajo artesanal y colectivo. La mirada de su maestra con la ternura y amorosidad con que le hablaba cuando el niño se tranquilizaba, explicándole todo lo bueno que lo esperaba en el aula y se estaba perdiendo. Siempre con dulzura y firmeza, tratando de generar un vínculo de contención. Una acompañante externa con el temple necesario para poner el límite y el marco que permitieron ir ganando la mirada de “M” y su confianza. Desde mi rol directivo tuve que poner en juego la creatividad y la espontaneidad, armar una estructura de contención para el niño, la familia, y los actores que lo acompañaban en este proceso, habilité un lugar cercano a la puerta de dirección con un Puf relleno de copos de Telgopor donde en momentos de angustia en los que necesitaba pegar se pudiera desahogar sin lastimar ni lastimarse, donde sentirse acompañado.

Cada vez que su ira se desataba y debía salir del aula para protegerse y proteger a los otros niños, siempre acompañado por su acompañante y con mi intervención podía expresarse allí y cuando se calmaba podíamos conversar sobre lo que había sentido, reparar aquello que había sido afectado por su enojo, ya sean cosas materiales o vínculos afectivos. Los episodios de desborde emocional cada vez fueron más espaciados y “M” fue establecido vínculos nuevos con compañeros y docentes, pudo participar de un campamento educativo en pocos meses de haber ingresado, lo que lo conectó con pares y adultos desde otro lugar, fuera de las paredes de la escuela que para él eran vividas como amenaza debido a su baja tolerancia a la frustración.

Su estar en la escuela se cambiando y haciéndose cada vez más amigable participando en actos escolares desde la interpretación y la danza. No tiene ya necesidad de manifestar su ira, se muestra desde sus potencialidades y disfruta de su tránsito escolar.

El caso de “M” es uno de tantos que transitan los escenarios educativos, acompañarlo desde la ternura, entender que cuando se enoja no es contra otro, sino que intenta decir de su padecer de la forma que puede, no juzgar, no sentenciar, ayudarlo a pensar en la reparación, en recuperar aquello que pierde, es educar para la vida...

Este es solo un ejemplo de un trabajo colectivo donde toda la comunidad educativa acompaña, requiere de elaborar consensos y construir estrategias de intervención. Prepararse para la diversidad es el desafío.

El lugar de la ternura es fundamental en la educación, para todos y para cada uno, los niños y jóvenes aprenden a ser valorados y confiar en ellos mismos. No es sencillo, es todo un desafío, pero cuando educadores nos comprometemos desde ese lugar los resultados son superadores.

 

Tejiendo redes...

Recuperar del cierre la Escuela siendo docentes, no docentes y padres, nos enfrentó a situaciones nuevas de mucha soledad en la gestión, ya que no contábamos en el comienzo con ningún otro capital que nuestros sueños e ideales. Fue necesario comenzar a formarnos en la gestión desde un lugar diferente y fue en esa búsqueda que nos encontramos con otras instituciones educativas con caminos parecidos al nuestro. Nuevamente lo vincular cobra protagonismo. Comenzamos a reunirnos y constituimos una Federación de Escuelas Cooperativas y Entidades Afines de Enseñanza de Buenos Aires, la FECEABA, en el año 2005. En esta red vincular el colegio Don Bosco se constituye en Escuela de Gestión Social. Formar parte de esta mirada, de esta forma de educar, encontrar en otros proyectos puntos en común y también diferencias que enriquecen y fortalecen, vincularse con otras escuelas fue un motor y sigue siendo “Educar para la vida” que no es en soledad, que es en grupo, con otros, juntos a la par.

El ideario de FECEABA está muy cercano a las Políticas Educativas que promueven la educación como un derecho humano y una tarea social. Considera que es posible construir una sociedad democrática y solidaria, en la que la Educación es parte fundamental del desarrollo humano, como garante de la igualdad de oportunidades, su objetivo es alcanzar la equidad educativa con especial énfasis en la integración social y el respeto a la diversidad. Una Educación que sea reflejo de nuestra cultura(s), de nuestros valores. Que garantice los aprendizajes implementando proyectos innovadores que den sentido al conocimiento. Pretende Sujetos autónomos y emancipados. Ciudadanos críticos. Las Escuelas de Gestión Social son espacios de construcción de Participación Ciudadana que deben ser valorados como tal. La identidad política está dada por una educación emancipadora que democratiza el conocimiento, revaloriza y reafirma nuestra identidad local, abordando desde la historia, la cultura, aprendiendo de logros y fracasos. Sólo con la activa participación de los distintos actores sociales y un Estado ejerciendo su verdadero rol, articulando con las organizaciones de la sociedad civil hallaremos las soluciones que nuestra comunidad requiere. El momento actual nos impulsa a acelerar los tiempos históricos de transformación, poniendo en práctica los criterios de inclusión, con la universalización del secundario, apostamos como Escuela de Gestión Social a incluir la DIFERENCIA para excluir la DESIGUALDAD. La educación como emergente de una cultura, implica transformar en forma integral la vida social de una comunidad. Por ello inspirados en las tradiciones populares, nacionales y latinoamericanas de la última década, es fundamental legitimar las múltiples experiencias en el campo educativo, que van más allá de la experiencia propiamente escolar, generando proyectos socio pedagógicos propios, innovadores, que dan respuestas creativas, sociales, participativas y democráticas, como son las Escuelas de Gestión Social entre muchas otras.

El sentido de pertenencia en el ámbito educativo compromete con el grupo y con los aprendizajes. Así, educar para la vida, cobra otro sentido, la escuela así entendida es un lugar de desarrollo de potencialidades, de reflexión acción.

 

A modo de cierre, o quizá de apertura...

Algunas reflexiones de docentes que acompañan los procesos en el Colegio Don Bosco. ¿Qué es para ellos “Educar para la vida”?

Entiendo el lema “educar para la vida” como una formación educativa que desborda los límites de los contenidos curriculares, y pone su foco en las vidas de los sujetos reales, en el acompañamiento permanente a los y las estudiantes, atravesados por sus propias experiencias, y vinculados a la historia de la comunidad que los rodea, donde el respeto y la igualdad son valores indispensables para contribuir a la formación de estos/as jóvenes que se insertan permanentemente en un mundo que exige cada vez mayor individualismo, donde la meritocracia se establece como el método que justifica toda victoria , en contraposición, el lema nos ayuda a valorar la cooperación por encima de la competitividad, contribuyendo a la formación de seres más sensibles y más conectados con las realidades sociales que les permitan revisar la mirada sobre el “otro’, muchas veces excluido por un sistema, que como bien lo expresa Eduardo Galeano, vomita gente.
Stella Fosatti

Educar para la vida es educar a los niños de hoy, hombres y mujeres del futuro, para tener un pensamiento crítico. Libertad de pensamiento. Tener libertad de pensamiento es poder leer entre líneas cada uno de los mensajes que recibimos del mundo que nos rodea.
Fernando Hernández

Educar para la vida es preparar a nuestros alumnos para vivir, para que sean personas que puedan hacer lo que les gusta, que opinen, que elijan, que tomen decisiones, que sean seres pensantes, que sean ellos mismos y sobre todo que sean felices !!!
Flavia Caminos

Para mí "educar para la vida" significa que en nuestra comunidad (algunos como estudiantes, otres como docentes o padres) tenemos presente que los aprendizajes que hacemos deben estar orientados a que nuestras vidas, valga la redundancia, estén "vivas". Intentar que las experiencias en la escuela "nos den vida", y no sean prácticas conducidas por obligaciones o principios "muertos" para los estudiantes y los docentes, nos convoca a participar, estimula la pregunta sobre el sentido y construye en nosotres criterios sobre los significados de las acciones colectivas. Si tengo criterios para pensar, configurar y realizar lo que para mí es la vida, no todo me va a dar igual.
Julieta Alalí, egresada y docente del Colegio Don Bosco

“Educar para la vida es abrir una ventana a un mundo dinámico, complejo y acompañar a los estudiantes hacia la libertad. Poner en movimiento las potencialidades individuales en cada encuentro grupal, sumando voluntades, valorando la solidaridad y las diferencias que son parte de nuestra vida cotidiana. Los docentes que podemos formar equipos donde lo heterogéneo aparece como obstáculo y se convierte en potencia creadora. Trabajar en red en educación es el mejor ejemplo que podemos darle a nuestros niños y jóvenes. La escuela, puede ser ese lugar, ese espacio libre, donde imaginar el porvenir”
Elvi Ríos

 

Bibliografía

  • Freire, Paulo (2006): “Pedagogía de la Autonomía, Saberes necesarios para la práctica educativa”, Ediciones Siglo Veintiuno
  • Fernández, Alicia (1987): “La Inteligencia Atrapada”, Ediciones Nueva Visión
  • Fernández, Ana María. “Estructura Familiar y Procesos de Aprendizaje. Rol de la Familia en la Génesis de las Matrices de Aprendizaje”. https://psicologiagrupal.cl/?p=423
  • Pichón Rivière, Enrique (1985): “Teoría del Vínculo”. Nueva Visión. Buenos Aires.
  • Tonucci, Francesco (2018): “Más Juego, Más movimiento: Más infancia”. Editorial Mapas Colectivos
  • Teregi, Flavia (Comp) (2006): “Diez miradas sobra la escuela primaria.” Ediciones Siglo Veintiuno

 

Elvia Ríos

Profesora para la Enseñanza Primaria, Operadora en Psicología Social, Psicodramatista. Se desempeñó como Directora de Primaria del Colegio Don Bosco de Los Polvorines, provincia de Buenos Aires, desde 1994 hasta el 2018. Presidenta de Hacía Nuevos Rumbos, Asociación Civil sin fines de Lucro, que gestiona el Colegio Don Bosco de Los Polvorines como escuela de Gestión Social, desde 2002 hasta el 2014. Fue Vicepresidenta de Inserción, Asociación Civil sin fines de Lucro, conformada por Psicólogos Sociales dedicados a la difusión y desarrollo de la Psicología Social desde 1996 a 2005. Se desempeña como asesora pedagógica y ha dictado talleres para Equipos de Orientación Escolar. Ha dictado capacitaciones en Técnicas y recursos para la intervención en el campo en la carrera de Trabajo Social de la UNLu – Universidad Nacional de Lujan y en la UNPA- Universidad Nacional de la Patagonia Austral. Actualmente Coordina grupos de formación en Psicodrama en la Escuela de Arte y Psicodrama. Es docente de Lo Lúdico y la Creatividad en el Instituto Superior Intercambio en las Tecnicaturas en Consultoría Psicológica y Psicología Social.
erios@arteypsicodrama.com
elvirios2014@gmail.com

 

REFERENCIAS

1 Un grupo de docentes y no docentes conformamos HACIA NUEVOS RUMBOS, Asociación Civil sin Fines de Lucro, DPPJ 24024 para gestionar el Colegio Don Bosco de Los Polvorines.
Los Objetivos de la Asociación:

  • Comprender la educación como modo de recuperar los valores de solidaridad, justicia y respeto por la vida, fortaleciendo el pensamiento crítico, posibilitando la recuperación del tejido social.
  • Promover el intercambio con instituciones que tengan como objetivo el desarrollo de capacidades de integración social, el afianzamiento de los vínculos familiares, grupales, institucionales y comunitarios y la difusión de información en las áreas de salud, educación y cultura.
  • Promover el bien común por medio de la creación y/o gestión de instituciones educativas destinadas a la formación de niños, jóvenes y adultos, sin discriminación sexual, religiosa, racial, ni de ningún tipo.
  • Elaborar y desarrollar proyectos para la capacitación y actualización permanente de docentes y para la promoción de la cultura en la comunidad.
  • Desarrollar la integración social, fomentar, apoyar y difundir las iniciativas de participación pacífica de la comunidad. volver

2 Tonucci, Francesco, licenciado en Pedagogía en Milán, investigador, dibujante y autor de Con ojos de niño, La ciudad de los niños y Cuando los niños dicen ¡Basta!, entre otros libros que han dejado huella en docentes y padres. volver

3 Pichon Rivière, E. Teoría del Vínculo. Nueva Visión. Buenos Aires. volver

4 Fernández, Alicia: “La Inteligencia Atrapada”, Ediciones Nueva Visión volver

5 Fernández, Ana M. Estructura Familiar y Procesos de Aprendizaje. Rol de la Familia en la Génesis de las Matrices de Aprendizaje. Buenos Aires volver

6 Necesidades Educativas Especiales volver

7 La Resolución No 782/13 establece el accionar de un Acompañante o Asistente Externo dentro de las instituciones educativas. Esta resolución fue tratada y propuesta por el Consejo General de Cultura y Educación, con el objeto de regular el ingreso y precisar el alcance de la intervención. Su contenido está en relación con las leyes generales de Educación: la de Educación Nacional Ley 26.206 y la de Educación Provincial Ley 13.688; reemplaza a la Disposición No 53/06 (de Profesionales Privados No Docentes) que estaba en relación a la legislación establecida a partir de la Ley Federal de Educación. Con esta Resolución se completa el marco normativo, vinculado a la educación de estudiantes con discapacidad o trastornos en su desarrollo. volver

De Luca, Graciela (Compiladora) (2019): “Repensar la Educación”. TÓPICA. Cuadernos – Año VI – N°8. Ediciones RV

Contactanos!